El otoño es el periodo del año de transición climática en el que pueden hacer aparición importantes fenómenos meteorológicos adversos, que nos pueden SORPRENDER en carretera al estar poco habituados a ellos durante el periodo veraniego. Entre ellos se encuentran la lluvia, la niebla y el hielo que van anunciando en cierta manera la llegada del invierno.
- Revisar el buen estado mecánico y especialmente comprobar los frenos.
- Comprobar las escobillas y funcionamiento del limpiaparabrisas (durante el verano y debido a las altas temperaturas han podido quedar en mal estado) y comprobar también la luneta térmica.
- Comprobar el alumbrado del vehículo, antiniebla y sus reglajes.
- Niveles de líquido de frenos, de aceite y del limpiaparabrisas.
- Limpiar el vehículo, cristales, faros, antiniebla, pilotos, retrovisores y elementos reflectantes para ver y ser vistos.
- Comprobar la presión, dibujo y ranuras (mínimo 1,6 mm) de los neumáticos para asegurar una buena adherencia a la carretera y evitar el deslizamiento.
- Llevar los recambios imprescindibles como son:
- Rueda de repuesto a su presión necesaria o kit reparapinchazos y herramientas para su instalación.
- Chaleco reflectante de alta visibilidad debidamente homologado.
- Dos triángulos homologados de preseñalización de peligro.